El propósito de CSS es:
Dar estilo, separar contenidos y presentación, mejorar la experiencia de usuario, y facilitar el mantenimiento sin modificar el HTML.
El HTML es como la estructura de una casa, como las paredes, los cimientos y las habitaciones.
En cambio, CSS es como la decoración y el diseño de interiores, incluyendo los colores de las paredes, los muebles y la iluminación, entre otros detalles.
Existen 3 formas:
A. CSS en línea (Inline CSS), donde se agrega directamente en la etiqueta HTML utilizando el atributo style.
B. CSS Interno (Internal CSS), donde se agrega dentro de la etiqueta <head> del documento HTML utilizando la etiqueta <style>.
C. CSS Externo (External CSS), donde se crea un archivo separado con extensión .css, y este se enlaza al documento HTML mediante la etiqueta <link>. La etiqueta <link> va dentro de la etiqueta <head></head>.
Se recomienda utilizar CSS Externo ya que mejora la organización y mantenimiento, y facilita la reutilización de estilos en múltiples páginas.
<p>.```css p { color: red; }